Mantener la casa caliente e intentar ahorrar lo máximo posible es uno de los retos del invierno. El pellet se ha convertido en una de las opciones más utilizadas, con un precio que ha bajado tras el boom de 2022, aunque sigue lejos del coste inicial.
“Depende de muchos factores... hubo un exceso de producción porque hace años hubo un boom de estufas de pellet”, explica Ismael Sánchez, de la empresa Camera Equipment, quien recuerda que “en un principio el saco de pellet valía mucho más, actualmente, el saco ronda los cinco euros, aunque comprarlo por palets suele salir más barato".
La leña y el picón siguen siendo opciones populares
No es la única alternativa. La leña y el picón siguen siendo muy demandados, ya que su precio es más accesible. Pedro González, de la empresa Leña y Picón, señala que “el precio de la leña ahora mismo está muy barata porque los almacenes están llenos y no ha hecho mucho frío”, mientras que “el del picón está más o menos igual, bueno, un poco más caro”.
Pedro vendió unos 3.000 sacos el año pasado y espera alcanzar cifras similares este invierno.
El calor duradero del picón
Aunque el picón es algo más caro, mantiene la casa caliente durante más tiempo. “Tú llegas a tu casa con un brasero de gas o de luz y tienes que encenderlo y está fría la casa... sin embargo uno de picón lo enciendes por la mañana y está caliente todo el día”, asegura Pedro.
Alternativas como estas se presentan como opciones más asequibles para combatir el frío y reducir gastos en plena temporada invernal.