El Museo Arqueológico Regional de Madrid acoge la primera gran exposición que se hace en España sobre los Tarteso. Muchos de los hallazgos que se pueden descubrir en la muestra proceden de yacimientos extremeños.
Y es que a orillas del Guadiana tuvo esta civilización su mayor esplendor... y también encontró su final.
Los Tarteso siguen envueltos en un halo de misterio aún hoy pero aquí se les puede tratar de conocer un poco mejor. Fue en Extremadura donde se produjo un importante aumento demográfico y un desarrollo tecnológico, que se manifiesta en la gran calidad de piezas como el Tesoro de Aliseda, u otros materiales procedentes de Cancho Roano en Zalamea de la Serena o el ajuar funerario de la necrópolis de El Pozo en Medellín.
El visitante puede entrar en la reconstrucción a escala del patio del yacimiento de Casas del Turuñuelo, en Guareña, un templo palacial presidido por una escalinata monumental y en el que fueron hallados los restos del sacrificio de más de cuarenta caballos y se pueden ver también piezas de la Estancia del Banquete.
En el siglo IV antes de Cristo, 400 años después de su nacimiento, Tarteso celebró grandes banquetes rituales, hecatombes como la del Turuñuelo, prendió fuego a sus edificaciones y las selló con arcilla. Simplemente, desapareció. Pero su esplendor y sus costumbres rituales siguen asombrando todavía hoy.