Ya han entrado en vigor los nuevos aranceles que Estados Unidos ha impuesto a una serie de productos procedentes de la Unión Europea, una medida que amenaza a diferentes sectores en la región. Uno de los más afectados es el del corcho, principal producto extremeño en las exportaciones hacia el mercado estadounidense. En 2024, Extremadura exportó corcho a Estados Unidos por un valor cercano a los 20 millones de euros, lo que supone aproximadamente un tercio de las exportaciones totales de la región a ese país, que superaron los 57 millones de euros, según ha explicado el presidente del clúster del corcho de Extremadura y de Asecor, Joaquín Herreros de Tejada.
Tapones de corcho
Ha advertido de las consecuencias que podrían derivarse, no solo de los aranceles directos, sino también del impacto indirecto sobre productos como el vino embotellado europeo, que utiliza en su mayoría tapones de corcho natural. "Si estas importaciones disminuyen, podría caer la demanda global de tapones", ha subrayado.
Aunque por el momento no se ha especificado si los tapones de corcho natural estarán directamente incluidos en el listado de productos gravados, desde el sector se teme que cualquier contracción del mercado del vino embotellado europeo afecte de forma indirecta a la industria corchera.
Desde Asecor y otras organizaciones empresariales del sector, se pide una actuación coordinada entre administraciones y organismos europeos para mitigar el impacto de estas medidas arancelarias y defender los intereses de un sector estratégico para Extremadura, especialmente en comarcas como la Sierra de San Pedro, donde la producción de corcho forma parte esencial de la economía y el medio de vida de muchas familias.