El trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es ahora más complicado para acabar con los delitos de trata y explotación sexual en Extremadura, porque muchas de las victimas ya no están en clubes, sino que ejercen la prostitución en pisos y en casas de campo dónde los agentes no pueden acceder.
Sin embargo, cómo ha explicado la directora del Instituto de la Mujer, Estela Contreras, las oenegés que trabajan con las victimas, como Apram, Malvaluna o MZC, que atienden a más de 500 mujeres en la región, si consiguen localizar este tipo de viviendas privadas.
"No controlamos los pisos dónde se ejerce la prostitución porque es complicado localizarlos, ahora sucede lo mismo con las casas de campo en zonas rurales dónde los agentes no pueden entrar. Es necesario la coordinación con las oenegés que si tienen acceso a las mujeres"
La clave está en coordinar la atención y ayuda que se les presta a las mujeres, señala la directora del IMEX, y para ello es esencial que los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sepan que recursos, tanto públicos como de estas oenegés, están activos para atender a las víctimas de este tipo de violencia de género. Para ello, 39 agentes de la Policía Local participan en un curso en la Academia de Seguridad Pública de Extremadura desarrollado por Mujeres en zonas de conflicto.
" Ahora se están poniendo más en auge este tipo de casas de prostitución...es muy importante saber cómo abordar esta problemática y sacar a la mujer de este círculo de violencia que es la trata"
Preocupa el aumento de las casas rurales donde son explotadas y también el traslado de víctimas por parte de los proxenetas a Portugal. El curso forma parte del Primer Plan extremeño de prevención y sensibilización contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual.
Almendralejo, en el punto de mira
Una de las localidades donde se trabaja para acabar con la trata de mujeres con fines de explotación sexual es Almendralejo. La Concejala de Igualdad, Macarena Domínguez, explicó en una charla a escolares que el Ayuntamiento trabaja en la elaboración de un protocolo porque han aumentado las viviendas donde se ejerce la prostitución. Hay, al menos, 17.
Una cifra que está creciendo porque muchas de las víctimas, mujeres de países del Este, llegan a Almendralejo y desde allí son trasladadas a otras ciudades. Una situación que preocupa al Instituto de la Mujer.