El alto precio de la electricidad, en una región donde se produce cuatro veces más de lo que se consume, ha hecho que las comunidades energéticas prosperen sin descanso.
Ya hay media docena funcionando y otras tantas en proyecto. Producen, gestionan y consumen su propia energía renovable en el ámbito local.
"Nosotros comenzamos a finales de 2021 de la mano de varias personas sensibilizadas con el medio ambiente y con la justicia social", explica Yolanda Tomé de EnVerde, una de las primeras cooperativas en constituirse en la región.
Alternativa a las grandes energéticas
"Las reglas son muy injustas y nosotros pretendemos ser una alternativa a las grandes eléctricas", nos cuenta Tomé, para la que hay que "combinar" los modelos existentes en la gestión de la energía.
"El modelo central que produce y transporta hacia donde hay mucha demanda y el modelo distribuido que está más centrado en producir dónde se consume. Nosotros estamos a favor del segundo, pero entendemos que hay que mantener los dos en equilibrio". Aunque la inversión inicial suele ser elevada, "el ahorro puede llegar hasta el 70% si somos realmente eficientes y hace sol".
La burocracia: principal problema
A pesar de las ayudas públicas o los cursos que se imparten desde las administraciones públicas, la burocracia sigue siendo el principal problema a la hora de crear una cooperativa energética.
En Montánchez, la cooperativa energética está pendiente del Ayuntamiento para comenzar a funcionar. "Dependemos de los tejados públicos del Ayuntamiento y tenemos que esperar que los saquen a licitación pública" , explica Miguel Ángel Caballero.
Pero para ellos el peor momento de todo el proceso fue la solicitud de las subvenciones. "En el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica) no hay transparencia, es todo telemático y cuesta solicitar cualquier tipo de ayuda". A pesar de todo no han cejado en el empeño y este verano, "si todo va bien", se podrá poner en marcha.
Hasta 1.500 euros de ahorro
El restaurante "La Milanesa" se ha embarcado en un proyecto de cooperativa energética. No se lo pensaron demasiado teniendo en cuenta que se ahorrarán "1.500 euros al mes de la factura eléctrica", como nos avanza su gerente, José Manuel Montero.
Sirven en torno a dos centenares de comidas y cenas todos los días y la superficie del comedor tiene más de 200 metros cuadrados. Además, "en 3 años amortizaremos la inversión inicial que hemos tenido que realizar", justifica Montero.
El proyecto lo iniciaron a principios de año y en un mes comenzarán a consumir energía renovable. Por ahora solo han contratado 15 kWh pero su objetivo es "servirnos de este tipo de energía durante todo el tiempo".