Los agricultores, dispuestos a sembrar pero no les salen las cuentas
Una de las consecuencias de la guerra en Ucrania es la interrupción de las importaciones de maíz o aceite de girasol de esa zona de conflicto. Para compensar, el Gobierno ha aprobado ayudas por 362 millones de euros y ha autorizado, de forma excepcional, utilizar las tierras en barbecho para sembrar estos cultivos.
En Extremadura la superficie afectada por esta medida estaría en 47.549,78 hectáreas, lo que incrementaría en un 8,51% la superficie de tierra arable.
Entre los agricultores extremeños, prudencia por los altos costes en el campo que les llevan a tener que echar bien las cuentas para comprobar si poner sus barbechos en producción les saldrá rentable.
"Creo que va a ser difícil que sea ambicioso"
La medida "flexibiliza las distintas oportunidades que puede tener el agricultor en el campo", asegura Juan Metidieri, Presidente de APAG Extremadura ASAJA, que añade por otra parte que "está claro que no es ningún tipo de solución porque sembrar este año con los costes de los insumos y los precios a los que tenemos el gasóil pues creo que va a ser difícil que sea ambicioso".
"El agricultor lo va a sopesar"
Desde UPA-UCE, José Cruz, advierte de que "en un sector y en un momento en el que las aventuras no son lo más recomendable el agricultor lo va a sopesar".
A esto se le añade la expectación en la que se encuentran los agricultores frente a posibles cambios en las restricciones de riego tras las últimas lluvias, modificaciones que les llevarían a inclinarse por cultivos de regadío, como el maíz, o de secano, como el girasol.
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