La Navidad trae ilusión, y, para unos pocos afortunados, también grandes cantidades de dinero gracias a la lotería. Sin embargo, la estadística no es tan favorable como parece: Siete de cada diez ganadores de 'El Gordo' acaban arruinados antes de cinco años.
¿Por qué ocurre esto?
Según los expertos, la mayoría de los ganadores no gestionan adecuadamente su fortuna. Nieves Mateos, asesora financiera, considera que "no se ahorra nada, se invierte muy mal y se gasta mucho. A largo plazo, estas familias suelen arruinarse."
Jesús Bardají, economista, explica que "evitar el gasto compulsivo es clave. Todos pensamos en un coche carísimo o un viaje increíble, pero eso puede ser un error."
Las claves para manejar el dinero sabiamente
Los expertos coinciden en tres conceptos esenciales: ahorro, inversión y gasto. Aquí algunos consejos prácticos:
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Ahorro (40%): Es fundamental destinar una parte del premio al ahorro, no tanto por rentabilidad, sino para garantizar tranquilidad y afrontar futuros imprevistos. Según Nieves Mateos, destinar aproximadamente el 40% al ahorro "puede ser clave para mantener la estabilidad financiera."
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Inversión (40%): Otro 40% debería ir a inversiones inteligentes que garanticen ingresos a largo plazo. Jesús Bardají asegura que es importante quitarse deudas con altos intereses, "como préstamos al consumo o créditos de coches.
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Caprichos (20%): No todo tiene que ser planificación. Destinar un 20% del premio a disfrutarlo es perfectamente razonable, según los expertos.
¿Y si soy joven o mayor?
La edad del ganador también influye en la estrategia, pues recomiendan a los jóvenes invertir en educación o formación, que puede ser una excelente forma de asegurar un futuro más próspero. Para quienes tengan más edad, es aconsejable, dicen, guardar una parte del dinero para posibles gastos en cuidados a largo plazo, como residencias.
Busca asesoramiento profesional
Los expertos subrayan la importancia de buscar ayuda de asesores financieros para tomar decisiones informadas y evitar que la euforia del momento lleve a una gestión errática del dinero.