Jóvenes utilizando el móvil
La llegada de la Navidad conlleva un incremento de los ciberataques a empresas y, especialmente, a particulares, por muchos canales y medios, entre los que el "smishing", el que se hace a través de mensajes SMS, está en auge.
Así lo ha explicado a EFE el director en Ciencias de la Computación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Juan José Nombela, que trabaja desde hace décadas en ciberseguridad.
Según su experiencia "desde hace más de 15 años hay ataques en internet de muchas formas" y "seguro que van a seguir otros treinta o más" y "cada vez son más sofisticados".
Sin embargo, en esa sofisticación, desde hace tiempo "se ha derivado a utilizar algo que parecía que ya tenía poco uso, los mensajes cortos de texto o SMS",
Así, llegan a los teléfonos móviles mensajes de ese tipo simulando ser una empresa o, especialmente, un banco con el que una persona trabaja; en el mensaje se pide una serie de datos o, en la mayoría de los casos, pulsar encima de un enlace.
"Está muy bien hecho, parece legítimo, genuino, porque imitan muy bien lo que haría la fuente real", admite Nombela, que insiste en que "no parece sospechoso" pero "hay que desconfiar, porque una fuente legítima no te va a pedir determinados datos nunca" y "en ocasiones, si se analiza al detalle, se ve una pequeña diferencia que nos puede alertar".
Reconoce que "no es fácil" y que "hay situaciones más propicias para caer" por ejemplo "estar haciendo otra cosa a la vez" o "en una época de compras", como el Black Friday.
"Hay fechas especiales, más propicias para quienes hacen estos fraudes, pero el incremento todos los años es constante", reconoce este experto.
Otra de las "tendencias" en los fraudes online, ha detallado, está en el uso de las redes sociales "que es más complicado, pero está ahí" por lo que pide "ignorar los contactos que no sean habituales".
"Hay que mandar a la población un mensaje claro, que si no se pincha un enlace o se responde a un SMS sospechoso no va a pasar nada", señala este experto quien concluye que "tampoco hay que asustar a la gente, porque pese a todo, en porcentaje de los que se intentan, son pocos los ataques que tienen éxito".