"Una de las dos Españas ha de helarte el corazón", escribió Machado. Y con el 14 de febrero pasa algo similar: están los que celebran San Valentín y los que no. Los motivos para hacerlo dependen de a quién le preguntes. "Es un día bonito y especial" o sólo una "jornada comercial" son algunas de las respuestas más habituales en la calle en uno y otro sentido.
Más consenso hay en que, aunque el amor no conoce edad, sí cambia con los años y con la evolución de la sociedad. Es un sentimiento insondable y cada persona lo vive internamente de una manera distinta a los demás, pero hay elementos comunes. Basta con plantear el debate en una céntrica calle. "Cada etapa de la vida tiene un amor distinto y con los años, pues no es el amor de cuando éramos jóvenes" nos dice una mujer de unos setenta años. "No es lo mismo, no es tan tradicional, tan de casarse a los 20 ni de tener hijos con veintitantos, es como algo más libre", apunta un joven de poco más de 18.
"Hoy en día vivimos más la parte individualista y no tanto lo que beneficia a una relación"
Unos cambios que la psicología sigue y estudia de cerca. La psicóloga Marta Mero es especialista en terapia de pareja. Asegura que "hoy en día vivimos más en función de lo que nos va apeteciendo en cada momento, fuera de este compromiso de pareja, de las apetencias individuales, de este hedonismo, de esta parte más individualista y no tanto en lo que le beneficia al vínculo y a la relación".
Cambios que en la calle resumen con un lenguaje más coloquial: "ni lo de antes era mejor, ni lo de ahora es peor, cada cosa va en función de como ha ido evolucionando la vida".
San Valentín vuelve con fuerza
