Víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista recibirán el próximo viernes, día 31, en el cementerio municipal de la localidad pacense de San Vicente de Alcántara, un homenaje, a las 17,00 horas.
El alcalde de San Vicente de Alcántara, Andrés Hernáiz de Sixte, será el encargado de pronunciar el discurso institucional tras la ofrenda floral al monumento en homenaje a las personas que dieron la vida por "la libertad, la democracia y la justicia social". El acto contará también con el acompañamiento musical de Laura Rodolfo Cordovilla, profesora de piano de la Escuela Municipal de Música, así como con la lectura de poemas.
En esta edición, además, se llevará a cabo la inauguración de las nuevas placas con el listado actualizado de víctimas de la Guerra Civil en San Vicente de Alcántara. Gracias a la labor de investigación histórica y a las peticiones de familias de la localidad con ascendientes represaliados, el listado de nombres grabados en el monumento pasa de 71 a 146. Este gesto supone "un acto de justicia y dignidad hacia quienes sufrieron la represión, contribuyendo a la preservación de la memoria colectiva", destaca en nota de prensa el Ayuntamiento de San Vicente de Alcántara.
Así, las investigaciones históricas sitúan a San Vicente de Alcántara como uno de los escenarios de "represión temprana" tras el golpe de julio de 1936. Los estudios académicos y testimonios estiman al menos 200 víctimas mortales en la localidad a consecuencia de la violencia desatada por los sublevados, y estos hechos son protagonistas en obras como 'Por la sagrada causa nacional', del historiador Francisco Espinosa Mestre, explica el consistorio.
En el contexto provincial, diferentes estudios sitúan el ciclo represivo entre 1936 y finales de los años cuarenta. Según el ayuntamiento, parte "esencial" de esa historia local es la Mina del Valdihuelo (entre San Vicente y Alburquerque), donde se documentaron enterramientos "clandestinos" de víctimas. El hallazgo de restos a finales de 2002 impulsó un proyecto de exhumación coordinado con equipos universitarios y entidades memorialistas, convirtiéndose en una intervención "pionera" en Extremadura en los primeros años 2000.
Los trabajos arqueológicos y forenses recuperaron restos humanos que confirmaron muertes "vinculadas" a la Guerra Civil e "inmediatamente después", y permitieron "dignificar" a las víctimas con prácticas científicas de documentación e identificación. Como culminación humana y administrativa de aquel proceso, en diciembre de 2008 se celebró la incineración de 16 restos procedentes de Valdihuelo (de vecinos de San Vicente de Alcántara, Alburquerque y Villar del Rey), en un acto público que hizo visible la "reparación debida" a las familias. Tras aquellas exhumaciones, el Cementerio Municipal de San Vicente habilitó una sepultura y un monolito para ofrecer un lugar "digno" de homenaje y recuerdo a las víctimas vinculadas a la Mina del Valdihuelo y a la represión en el término.