Se abre la puerta a sembrar en los barbechos maíz y arroz ante los preocupantes efectos de escasez de cereales por la guerra. Una propuesta que el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, llevó ayer a la Conferencia de Presidentes, y que hoy las organizaciones agrarias ven positivo.
Sin embargo, no dejan de recordar la ya difícil situación que atraviesa el campo extremeño, sin agua y con las subidas de precio de la energía y los fertilizantes. José Cruz, de UPA-UCE lo ve "siempre que se den los medios y las condiciones. Aquí tenemos tierra, pero el tema del agua condiciona para determinadas producciones como el maíz, que es de regadío."
Para APAG Extremadura Asaja, esta situación evidencia que la PAC no ha primado el autoabastecimiento; su presidente, Juan Metidieri, recibe el anuncio como "una noticia positiva, pero está claro que las cosas se están haciendo mal. Las debilidades de la PAC se han puesto de manifiesto ahora, es hora de legislar con sentido común".
El balón está ahora en el tejado de los agricultores. Juan Bonilla es agricultor y ganadero de El Carrascalejo. Tiene hectáreas de barbecho, y lo dice con claridad: "Yo voy a plantar para producir, pero que me digan a qué precio voy a poder vender luego la producción". Además, explica, sembrar maíz sólo es posible en el regadío; con la escasez de agua "para el garbanzo es un poco tarde, así que sobre todo me centraré en cultivos de verano. Pero sobre todo, girasol".
Precisamente las Cooperativas Agroalimentarias proponen una solución al problema del agua y ya han solicitado a Confederación Hidrográfica que se intervengan 150 hectómetros cúbicos de caudal ecológico de los embalses de la Zona Occidental de la Cuenca del Guadiana para asignarlos al Canal de Orellana con el objetivo de que los agricultores puedan plantar esta campaña, al menos, maíz y arroz.