A las siete de esta tarde se presenta en la Asamblea "Todos los futuros perdidos. Conversaciones sobre el fin de ETA". En el décimo aniversario del fin de los atentados de ETA, la periodista Lourdes Pérez da forma al libro conversando con dos relevantes políticos vascos: Eduardo Madina, víctima de la banda terrorista y secretario general del Grupo Socialista en el Congreso ente 2009 y 2014; y Borja Sémper, durante once años portavoz del Partido Popular en el Parlamento de Euskadi y presidente del PP de Guipúzcoa. Pero antes de su presentación, sus protagonistas han pasado también por los micrófonos de Primera Hora.
Un atentado sesgó la pierna de Madina hace 20 años; Borja Sémper confiesa que se libró de ser asesinado "porque no fui a clase el día que iban a matarme". Ahora reflexionan sobre las generaciones perdidas por la violencia y la extorsión etarra y sobre el futuro del País Vasco sin la amenaza de la violencia.
"La libertad es maravillosa porque se evidencia en las cosas más cotidianas y normales", resume Sémper. "Nuestra aportación es que no se olvide lo que se sucedió porque el pasado es un material muy útil para el futuro y las democracias son mejores cuando no olvidan", proclama Madina.
"La libertad es maravillosa porque se evidencia en las cosas más cotidianas y normales"
Con 16 años, Sémper vio cómo ETA mataba al policía nacional Juan Manuel Hélices. Ahora él tiene un hijo de esa edad y su objetivo, explica, es que no le invada el odio, "porque si lo permitimos podríamos contribuir a que volviese a pasar algo parecido".
Madina tenía 8 años cuando acudió al funeral de Enrique Casas, político asesinado en 1984. Aquello le marcó: "Fue mi bautismo de realidad inmediata con un fenómeno que ocurría donde yo había nacido y que se mantuvo hasta 2011 matando todo lo que podía", recuerda.
Eduardo y Borja coinciden en que la muerte de Miguel Ángel Blanco marcó un antes y un después. "Fue un despertar muy relevante para gentes que todavía no había despertado", analiza Madina. Tal vez aquel día se comenzó a ganar definitivamente la batalla al terror.