Hasta un 35 % de los micro y nanoplásticos que acaban en ríos, suelos y océanos procede del lavado de ropa sintética, especialmente en entornos industriales como los hospitales. Este tipo de ropa, usada por médicos, enfermeras o en camas hospitalarias, se lava a altas temperaturas, lo que favorece la liberación de partículas plásticas que los sistemas de filtrado convencionales no pueden retener.
Con el objetivo de reaprovechar el agua de lavanderías industriales y evitar estos vertidos contaminantes, Dinamarca ha puesto en marcha un consorcio formado por empresas como Litech (fabricante de filtros cerámicos), Jensen (especializada en maquinaria de lavado industrial) y Colab (fabricante de detergentes), bajo el liderazgo de la Universidad Técnica Danesa, pero para desarrollar los filtros de las nuevas máquinas recurrieron al Grupo Especializado de Materiales de la Universidad de Extremadura.
El grupo extremeño lleva más de veinte años trabajando en el procesado de materiales cerámicos y es considerado una referencia internacional en este campo. Por eso, según el investigador Ángel Luis Ortiz, profesor titular de la UEx, "contactaron con nosotros, para que contribuyésemos a la fabricación, al estudio, a la caracterización mecánica de estos nuevos filtros".
Innovación industrial
El resultado es un nuevo filtro cerámico con poros lo suficientemente pequeños como para retener incluso los nanoplásticos. "La idea era fabricar un nuevo filtro cerámico que tuviese una alta porosidad y un tamaño de poro del orden de 40 o 50 nanómetros”, detalla Ortiz.
Se trata de una tecnología que no estaba disponible en el mercado y que permite reutilizar hasta el 90 % del agua utilizada en los procesos de lavado hospitalario, lo que también conlleva un importante ahorro económico. Las nuevas máquinas se probarán en hospitales daneses antes de comercializarse en todo el mundo.

Pero la innovación desarrollada en Extremadura no solo puede aplicarse en el ámbito sanitario, también tiene un alto potencial para sectores como la industria alimentaria o la agricultura, donde la depuración del agua es cada vez más crítica.
Este proyecto forma parte de un conjunto de investigaciones sobre filtros cerámicos en los que participa la Universidad de Extremadura, algunas de ellas financiadas por la Unión Europea, por los planes de Transición tecnológica y Digital del Gobierno de España o los fondos de investigación de la Junta de Extremadura.