Los día pasan. Los meses. Los años. Y siguen sin novedad. Las investigaciones están abiertas, pero la discreción marca la acción de sus responsables para no entorpecer su curso. Discreción que se convierte en una losa para las familias porque no tienen respuesta a sus preguntas. Interrogantes que resuenan con más fuerza en fechas como estas navideñas, donde las ausencias son más notables.
Así vive la familia de Rosalía Cáceres, desparecida en mayo de 2020 cuando caminaba en el entorno de Bohonal de Ibor. Mantuvo contacto telefónico con su hijo porque se desorientó hasta que perdió la conexión telefónica. Transcurrió una hora desde ese momento hasta que los vecinos el municipio cacereño iniciaron su búsqueda sin éxito. Desde entonces, año y medio después, su familia vive con angustia la falta de novedades.
Desde agosto de 2019 está en paradero desconocido Hernán Elia Mosquera. Se le vio por última vez en la madrugada del 10 de agosto en Don Benito.
La ausencia más larga
Cuatro años y medio llevan sin saber nada los hijos y el marido de Francisca Cadenas. Desapareció la noche del 9 de mayo de 2017 cuando salió de su casa a despedir a unos amigos. El alboroto inicial en el municipio de Hornachos ha dejado paso con el tiempo al silencio de la investigación. Su familia confía en los investigadores y agradece su labor, pero asegura que resulta difícil de entender que no haya algún atisbo de luz sobre el caso.
Tres casos, tres familias, muchas vidas marcadas por la desaparición de un ser querido.