El treinta y un por ciento de las personas en la región sufren algún tipo de dolor crónico, la mayoría mujeres. Es la tasa más alta de España, donde esta dolencia la sufren una de cada cuatro.
Un veinticinco por ciento sufre ansiedad y depresión. Son datos del Observatorio del Dolor que se ha publicado este martes.
Mamen Jiménez lo sabe bien. Tuvo su primera crisis hace poco más de diez años, desde entonces levantarse cada día es un reto. Asegura que no encuentra el apoyo suficiente en lo público, más de trescientos euros al mes es lo que se gasta esta cacereña en psicólogos, fisioterapeutas y medicinas, ya que la sanidad pública solo le sufraga las relacionadas con la depresión y la ansiedad.
Faltan profesionales especializados en el dolor, nos aseguran las asociaciones de pacientes. En Extremadura hay diez unidades del dolor, la mitad privadas, pocas según el Observatorio del Dolor.
Aun así hay avances: hace apenas dos meses la Unidad del Dolor de Don Benito ha realizado con éxito el implante de la primera bomba intratecal destinada a paliar el dolor de algunas afecciones.