El cultivo intensivo de encinas y alcornoques ya es posible en Extremadura. Un proyecto experimental que se realiza en la localidad cacereña de Saucedilla ha conseguido que estos árboles produzcan bellotas en ejemplares con tan solo dos años de vida.
Eso significa no tener que décadas para que encinas y alcornoques den sus primeras bellotas. La investigación la está desarrollando el Gobierno central con la colaboración de la Mancomunidad de Campo Arañuelo en una finca municipal de Saucedilla.
Los detalles de esta plantación experimental se dieron a conocer ayer a agricultores y ganaderos. El objetivo del proyecto se ha conseguido y no es otro que "domesticar la encina", como explica Enrique Sánchez, ingeniero de monte especializado en este tipo de cultivo. "La clave es hacer una selección en el campo como un material sexualmente adulto y poder hacer con él un injerto, como se hace en agricultura y hortofruticultura". El resultado, la producción de "una bellota precoz y de calidad".
Antonio Román, consultor ambiental y ganadero de cerdo ibérico en la provincia de Badajoz, considera que es una investigación que "da esperanzas a un ecosistema como la dehesa, muy envejecido y acechado por enfermedades", porque "hasta ahora había que esperar 15 años para que una encina diera las primeras bellotas y 30 hasta que se normalizara su producción; aquí tenemos ejemplares que dan bellotas hasta los dos años".
Un sistema que contribuye a perpetuar un patrimonio natural como es la dehesa, que da oportunidades en el mundo rural y que crea sumidero de carbono con plantas forestales. Se trata de un proyecto de investigación pionero en la península ibérica y a nivel mundial.