¿ Por qué las autoridades sanitarias insisten tanto en la responsabilidad y en respetar las medidas de seguridad y de prevención frente al COVID-19?. La respuesta es muy sencilla. El virus sigue en la calle y todavía puede hacer mucho daño.
Las reuniones familiares suponen un riesgo, si no se respetan las medidas de seguridad
Una sola persona puede provocar el contagio de decenas en apenas unas horas. Hay una cosa clara, que se ha demostrado a lo largo de toda la pandemia: a este virus le gustan los grupos. Y es en esas reuniones de amigos y familiares más intimos, en las que hay un mayor contacto físico, en las que se produce un mayor número de contagios. Y esto es así porque las medidas de prevención son más difíciles de aplicar. Por ejemplo, en una reunión de 15 personas donde una de ellas es positiva, y no se guardan los dos metros de distancia de seguridad, ni tampoco se usa mascarilla, se puede contagiar hasta el 40% del total de este grupo.
Un positivo puede transmitirlo a entre 3 y 5 personas. Esta a su vez pueden contagiar a otras 5 personas. En poco tiempo, 1 positivo puede convertirse en 25 más. Por eso, el SES cuenta con una amplía red de rastreadores para localizar a esos contactos cuanto antes y aislarlos, para evitar un nuevo brote.