Comienza el cierre de oficinas de Unicaja-Liberbank en la región. Es una de las medidas que contempla el ERE de la entidad. Este viernes echan el cierre 26 oficinas, todas en localidades pequeñas. 17 en la provincia de Cáceres y 9 en la de Badajoz. En otras dos fases se cerrarán más, hasta un total de 78 oficinas.
El principal problema es que se limita el acceso a la entidad bancaria de personas mayores o con movilidad reducida, que no tienen medios para salir de su pueblo y viajar hasta otras localidades en las que sí hay oficinas. En Torremayor, con una población de 1.000 habitantes, su alcalde Manuel Estribio nos muestra su preocupación porque "el 80% del pueblo tiene sus ahorros o sus nóminas en Liberbank". Desde hace años además, la oficina bancaria, que todavía conserva el antiguo cartel de 'Caja de Extremadura', sólo abre un día a la semana durante 3 horas, lo justo para cobrar la pensión y hacer los trámites necesarios. "El problema además es que aquí no hay medios de transporte, no tenemos taxi y el autobús pasa a deshoras" apostilla Estribio.
Los vecinos no dan crédito, ya sólo les queda un cajero en el pueblo de Caja Rural de Extremadura "tendremos que sacar los ahorros y ponerlos ahí para ir sacando" nos dice uno de los vecinos, que se apoya en un andador para caminar. "Mi suegra tiene 90 años, mi mujer le sacaba el dinero pero no tiene vehículo, cómo va a ir a sacar el dinero a Montijo?" nos explica otro vecino.
En cuanto a los empleados de esas oficinas, muchos han sido trasladados a otras sucursales en otras localidades. Y unos 120 se han acogido a la jubilación voluntaria. No ha habido despidos como tal, nos explican desde el sindicato Sibank.