En Extremadura hay unas 9.000 empleadas del hogar. Podrían ser muchas más, porque trabajan sin contrato. Y hablamos en femenino porque esta es una profesión que, en el 90% de los casos, la ejercen mujeres que, además, son migrantes.
Este sábado han salido a la calle, en Cáceres, para reclamar sus derechos laborales. Una de ellas es Shirly. Lleva 5 años en Cáceres trabajando como interna, una dura labor que le ha costado una operación y con ello su empleo.
Más de 8000 Kilómetros separan a Shirly de los suyos. Lleva 5 años en Cáceres trabajando como interna, una dura labor que le ha costado una operación y con ello su empleo. No tiene derecho a paro, porque no siempre ha tenido contrato. Por eso, para luchar por sus derechos, forma parte de la Asociación de Empleadas de hogar, cuidado y limpieza de Cáceres.
Guillermina también trabaja como interna aunque ella, en realidad, es maestra. Llegó hace quince años a España. Nos confiesa que nunca pensó quedarse tanto tiempo. Ahora se plantea obtener la nacionalidad y homologar su título para volver a la enseñanza.