El fuego dentro de la planta fotovoltaica en Talaván ha dado la vuelta a la región este fin de semana. Poco después, las llamas se extendían hasta quedar a tan sólo tres kilómetros de distancia de localidad de Monroy y causando destrozos en numerosas fincas. Pero, ¿Cómo puede suceder algo así?
"Una planta fotovoltaica no deja de ser un sitio donde se produce electricidad, y donde se transporta electricidad. Todos esos elementos que tienen que ver con la producción eléctrica, son elementos susceptibles de generar incendios", nos cuenta el director general de Prevención y Extinción de Incendios, José Antonio Bayón.
No existe un protocolo de actuación para estos casos, las plantas fotovoltaicas sí que cuentan con un Plan de Autoprotección y una memoria de prevención. Algo que para algunos expertos debería modificarse. "De momento no está en la cabeza esa modificación, al menos revisión si que va a haber. Hay que ver toda la planificación preventiva de Extremadura, hay que darle una vuelta y hay que intentar mejorarla en lo posible", añade Bayón.
El INFOEX es el encargado de apagar el incendio si el fuego se propaga fuera de los límites de la planta. Dentro de ella, serían los bomberos de la diputación de Cáceres o Badajoz los encargados de actuar, aunque en la mayoría de los casos no es un procedimiento sencillo. "Muchas veces entre estas placas nuestros vehículos de gran envergadura no caben, entonces nos resulta bastante complejo poder acceder al frente o a los bordes y poder extinguirlo con facilidad", según explica Manuel Villa, bombero del SEPEI de Cáceres.
En lo que llevamos de verano, son dos los incendios que se han desatado en este tipo de instalaciones.