La principal revista alemana de ornitología, Vögel, ha publicado en su último número un amplio reportaje sobre Extremadura, comunidad que califica como "un destino de ensueño para muchos observadores de aves".
Su editora, Sylvia Koch, visitó la región el pasado mes de octubre en un viaje organizado por Birding in Extremadura (Dirección General de Turismo) y la Oficina de Turespaña en Múnich.
"Extremadura se ha convertido, desde hace tiempo, en un destino de ensueño para muchos observadores de aves"
En el artículo se destaca la gran abundancia de especies que pueden verse a lo largo del año, especialmente aves rapaces.
También se pone de manifiesto el trabajo que realiza AMUS en su hospital de fauna salvaje en Villafranca de los Barros y en los comederos de aves necrófagas que gestiona en Valencia del Mombuey y Oliva de la Frontera.
"Extremadura se ha convertido, desde hace tiempo, en un destino de ensueño para muchos observadores de aves. Sus diversos tipos de paisaje son el hábitat de un gran número de especies para reproducirse, pasar el invierno o descansar en su camino a África. La cantidad de aves rapaces aquí es abrumadora", afirma Vögel.
Según explica Birding in Extremadura, la comunidad autónoma extremeña es considerada una de las regiones europeas con mayor importancia para las aves y por ello se encuentra entre los destinos más deseados por los aficionados a la ornitología y amantes de la naturaleza de todo el mundo, atraídos por la posibilidad de observar aves en hábitats naturales de gran belleza y disfrutar además del interesante patrimonio cultural e histórico extremeño.
En Extremadura se han citado hasta 385 especies diferentes: 355 de presentación natural y 30 exóticas de sueltas o escapes, que pueden observarse a lo largo del ciclo anual (Prieta, J., Mayordomo, S., y Sánchez 1-1. 2019).
De todas ellas, 146 se consideran reproductoras, incluyendo a aquellas que permanecen todo el año en la región (residentes) y las que nidifican pero migran a otras latitudes para pasar el invierno (estivales).
Las aves invernantes son el segundo grupo en importancia, con 104 especies, ya que las moderadas temperaturas invernales y la elevada disponibilidad de alimento hacen posible que la región acoja a poblaciones de aves más norteñas o permite que algunas especies reproductoras permanezcan aquí durante los meses más fríos.
Además, por su privilegiada situación latitudinal, las rutas migratorias de muchas especies atraviesan la región, encontrando alimento y descanso durante sus desplazamientos hacia sus áreas de invernada o de reproducción.