Este 29 de febrero muchos móviles se quedarán sin Whatsapp. Una aplicación que se ha convertido en imprescindible y que deja de ser operativa en los terminales con algunos años. Las compañías defienden que las nuevas aplicaciones buscan la seguridad del uso del terminal. En la calle, los ciudadanos hablan de obsolescencia programada con el fin de alentar de el consumismo.
Sólo en España, la plataforma tiene cerca de 36 millones de usuarios activos al mes. Se ha convertido en imprescindible, tanto en su uso personal como profesional. Ahora, algunos terminales, más antiguos, dejarán de tenerla operativa. Por lo tanto, los usuarios están obligados a tener un móvil con capacidad de actualizar las versiones posteriores para disfrutar de la aplicación. En la calle hablan de obsolescencia programada o, lo que es lo mismo, que los fabricantes producen con la intención de servir durante un corto periodo de tiempo.
Para saber si nuestro móvil se encuentra en la lista negra, hay que buscar en su configuración. Concretamente, los software que dejarán de tener Whatsapp son las versiones anteriores a Android 5.0 y a iOS 12. Si estamos en este grupo en riesgo de exclusión, tocará autoregalarse un móvil o desconectar por un tiempo.
