Con la llegada del otoño, el campo extremeño se puebla de setas. Este año con un pequeño retraso por los bruscos contrastes de temperaturas altas y bastante bajas a finales de septiembre y principios de octubre.
La campaña arranca con la recogida sobre todo de las variedades de champiñón, senderuelas, pies azules y armillarias, entre otras. Para el boletus o el gurumelo, los ejemplares más exquisitos de nuestra región, habrá todavía que esperar un poco, según la Sociedad Micológica de Extremadura.
Desde esta asociación se anima a salir al campo a recoger estas delicias que da la tierra, pero advierten de que hay que hacerlo con prudencia. Solo debemos comer aquello en lo que tengamos certeza al cien por cien, y ante cualquier duda mejor no ingerirlo.
Producción intermedia
Para esta temporada, la industria micológica espera una producción de setas intermedia. Había expectativas de una gran campaña, pero los calores de septiembre han rebajado las previsiones. Por eso, las más optimistas calculan que se podrían recoger un máximo en torno a los 800.000 kilos.
Como en años anteriores, el 30 por ciento de esa producción se destinará a la exportación, con Italia como destino preferente.