La pandemia del covid-19 ha hecho que la ley de la dependencia haya entrado en retroceso. Desde marzo casi todas las curvas de indicadores han experimentado una bajada radical. En Extremadura se registraron 2.192 solicitudes menos y 1.265 resoluciones menos entre enero y el 30 de septiembre, según los datos publicados recientemente por el Ministerio de Derechos Sociales.
También ha bajado el número de dependientes con derecho a ayuda en 1.234, alcanzando los 34.154 en nuestra región; mientras tanto, el número de beneficiarios que recibe una prestación se ha mantenido y supera los 28.500. La diferencia entre unos y otros forman la llamada lista de espera de la dependencia. Son aquellos solicitantes a los que se les ha reconocido un grado de dependencia y una ayuda pero aún no la disfrutan.
En el limbo de la dependencia
En Extremadura la lista de espera se ha reducido drásticamente. Actualmente la componen 5.624 dependientes. En marzo rozaba las 8.000 personas. Según el presidente del Observatorio Estatal para la Dependencia, José Manuel Ramírez, este descenso no se debe a una mejora del sistema, sino fundamentalmente a la alta mortalidad por covid-19 entre nuestros mayores.
Y siempre que se hace una radiografía de la ley de la dependencia hay un dato que impacta. Es el de las personas que tienen reconocida una prestación pero fallecen antes de disfrutarla. Según los datos del Observatorio para la Dependencia, en Extremadura han fallecido 1.480 solicitantes, 684 con la prestación reconocida y pendiente de recibirla. En España esta cifra asciende a 43.000 dependientes; una persona cada 8 minutos.
Suspenso en dependencia
Además de dirigir el Observatorio de la dependencia, Ramírez es también presidente de la asociación estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. Asegura que los datos de la dependencia son muy preocupantes; y la situación en Extremadura es, aún si cabe, más preocupante que en la mayoría de las comunidades autónomas, señala.
Según los datos que elaboran, la región obtiene una nota de un 2,8 sobre 10 en los 15 indicadores que utilizan para testar el desarrollo de la ley de la dependencia en cada territorio. Asegura que Extremadura aplica la ley con tal rigor, que el 29,68% de la población que se somete a una valoración no obtiene ningún grado de dependencia. La media nacional está en el 20%.
También cree exagerado que el tiempo de espera desde que una persona solicita la prestación hasta que la obtiene se acerque a los dos años, siendo la tercera comunidad donde más se dilata el proceso. Por último alerta del "abuso" de las prestaciones vinculadas al servicio; es decir, económicas, que no cubren las verdaderas necesidades del dependiente, explica José Manuel Ramírez. Precisamente, de todas las ayudas, las vinculadas al servicio son las únicas que suben este año. El resto se mantiene estable y bajan, sobre todo, las que suponen el ingreso en una residencia. También desciende el número de dependientes que tenía el servicio de teleasistencia.
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