Este 2020 se ha puesto de manifiesto la gran solidaridad de la ciudadanía, que sin pensárselo dos veces, ha arrimado el hombro para ayudar a quienes más lo necesitaban. Y hoy, 5 de diciembre, es el día para reconocerlo, en el Día Internacional del Voluntariado.
Pedro y Belén son dos de los más de 16.000 voluntarios que hay en Extremadura. Ellos dedican su tiempo libre a ayudar a los demás, y la palabra ‘ayuda’ es la que les mueve.
Y aunque algunos llevan toda su vida dedicada a los demás, cuando más se les necesita es cuando más se les valora.
En esta pandemia, los voluntarios han jugado un papel clave. Desde los veteranos de los Bancos de Alimentos a las nuevas generaciones y colectivos surgidos para ayudar a los mayores, a llevarles la compra, las medicinas o acompañándoles al otro lado del teléfono. Movimientos que surgieron en grandes ciudades, pero también en aquellos pueblos más pequeños y aislados. Una labor que mereció y recibió la medalla de Extremadura.
Son datos del Observatorio del Voluntariado, en el Día Internacional del Voluntariado, que dibujan el perfil de los voluntarios, que tras la covid-19 casi ha igualado a hombres y mujeres, con una edad media de entre los 45 y los 54 años y con un nivel económico y de formación medio-alto.