
La Guardia Civil, en colaboración con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, ha desmantelado una chatarrería ilegal ubicada en un recinto cerrado de Mérida, donde se llevaba a cabo la gestión de residuos sin autorización.
La intervención fue llevada a cabo por agentes del SEPRONA junto a inspectores laborales, quienes descubrieron la instalación clandestina durante una inspección rutinaria. En el interior del recinto sorprendieron a una persona manipulando maquinaria y electrodomésticos para extraer cobre, una práctica que requiere permisos específicos debido a su impacto ambiental.
Riesgo de contaminación
Durante la inspección se hallaron numerosas piezas contaminantes, entre ellas motores de lavadoras, componentes de automóviles, neumáticos y un total de 1.700 litros de aceite usado de motor, almacenados en siete barriles. Además, se localizaron unas 300 lavadoras, muchas de ellas aún con sus motores instalados, y una gran acumulación de chatarra en el exterior.
Las investigaciones confirmaron que el recinto operaba sin estar inscrito en el registro oficial de gestores de residuos, careciendo también de las necesarias autorizaciones ambientales, exigidas por ley para este tipo de actividades. Según los datos recabados, la última recogida legal de aceite usado en el lugar tuvo lugar el pasado año.
Ante los hechos, se han formulado denuncias administrativas tanto al propietario del inmueble como al supuesto responsable de la actividad, por infracciones en materia de calidad ambiental, industria y gestión de residuos.