Un año más, el Via Crucis con el paso del Cristo de la O en el Anfiteatro romano de Mérida ha llenado de emoción a las miles de personas que han seguido la procesión a lo largo de su recorrido, la madrugada de este sábado.
El silencio roto por el redoble de los tambores y los cantos de liturgia de la capilla gregoriana del Santísimo Cristo del Calvario han vuelto a demostrar la devoción de los feligreses en la Semana Santa de Mérida, de Interés Turístico Internacional.
El Via Crucis recrea las diferentes etapas vividas por Jesús desde el momento en que fue aprehendido hasta su crucifixión y sepultura. Se trata de un acto de piedad, un camino de oración, meditando la Pasión y Muerte de Jesucristo, como relata la propia organización.
Como es habitual, horas antes de que el paso llegase al Anfiteatro, centenares de personas ya esperaban en los accesos del recinto, que abrió sus puertas una hora antes para acceder al graderío, con entrada gratuita hasta completar aforo.