Año 2020. Año de la pandemia y del calor. "2020 destaca por su excepcional calidez", dijo el director de Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), Carlo Buontempo. Y es que los últimos datos arrojados mantienen un carácter cada vez más cálido no sólo en nuestro país sino también a nivel global.
Así, en España el cómputo de los últimos doce meses indica que la temperatura media fue igualada a la de 2017. Por ahora son los dos años más cálidos desde 1961, fecha del inicio de estos estudios. Si nos remontamos a los años precedentes a la quema del carbón, la temperatura en nuestro país está en 1,7ºC por encima a la de entonces.
En Europa también las temperaturas han mantenido una tendencia al alza, superando en 0,4ºC a 2019; esto supone que nos situamos en 2,2ºC respecto a la Revolución Industrial.
El planeta sigue calentándose a un ritmo vertiginoso
Este mismo comportamiento lo vemos en el resto del planeta. 2020 ha sido tan cálido como 2016 (+1,25ºC respecto a valores preindustriales) y eso que no hemos tenido El Niño. En ese caso habría que haber añadido 0,2ªC.
El Niño es un calentamiento de las aguas del Pacífico frente a las costas del Perú que se produce de forma natural y de forma más o menos cíclica. Este exceso de temperatura del mar suele ir ligado a un exceso de la temperatura de la atmósfera del planeta. Este año tenemos el fenómeno opuesto: La Niña, con un enfriamiento de las aguas. Pese a ello, la Tierra está más caliente.
2020 ha continuado la estela de los últimos años. Los siete más calurosos desde la época preindustrial han sido, precisamente, los últimos: 2020, 2016, 2019, 2015, 2017, 2018 y 2014, que empata con 2010.
"Este es otro recordatorio más de la urgencia de ambiciosas reducciones de emisiones para evitar impactos climáticos adversos en el futuro”, nos recuerda Boutempo.
El pasado hubo una treintena de ciclones tropicales
Tanto calor se ha acumulado en la atmósfera y en los océanos de nuestro planeta que la “fabricación” de huracanes ha sido súperproductiva. En 2020 hemos tenido récord de ciclones en el Atlántico. Tanto que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) se quedó sin letras del alfabeto latino y tuvimos que tirar del griego, ¡que lo dejamos a medias! Tal fue la presteza huracanada hizo que algún meteorólogo lanzó la idea de usar el alfabeto cirílico por si acabábamos con el griego.
Y no fue para menos: hubo 31 centros de bajas presiones (igualando con el invicto y hasta entonces ilusorio 2005), de los cuales 19 tocaron tierra y 6 tuvieron categoría de “mayor” puesto que los vientos superaron los 180km/h, dándose el más potente, Iota, en el tardío mes de noviembre.
El Ártico se está calentando el doble de rápido que el resto del planeta
Tiempo revuelto en latitudes tropicales… y en las árticas. Baste recordar el calor exagerado a finales de junio, con máximas por superiores a los 35ºC. Los valores medios arrojan una anomalía de hasta 7ºC respecto a los valores del siglo XIX en esa región del mundo.
Tanto calor facilitó la proliferación de incendios, arrasando miles de hectáreas y arrojando a la atmósfera hasta 250 millones de toneladas de CO2, tantas como emitimos los españoles.
Los niveles de CO2 son superiores a los de la Prehistoria
Los niveles de CO2 siguen superando constantemente marcas históricas a pesar de las restricciones industriales y de movilidad que se impusieron a causa de la pandemia del COVID-19, que provocaron una caída del 7%. El año pasado alcanzamos las 413 partes por millón (ppm), un 50% más que antes de la Revolución Industrial. Ya hemos pasado, con creces, los valores prehistóricos.
A por el 1,5ºC
El planeta se ha calentado a un ritmo de unos +0.2ºC cada década, y esto no tiene pinta de cambiar a mejor. Hace unos meses se cumplió el aniversario del Acuerdo de París, del que se han desmarcado varios países, la mayoría punteros en la producción de CO2. Los científicos estiman que es más que seguro que dentro de 10 años el planeta se haya calentado hasta 1,5ºC respeto a hace 150 años.
