En estas últimas horas hemos hablado del veranillo de San Miguel o veranillo del membrillo, un episodio de ascenso de los termómetros que suele acontecer año tras año en la recta final del mes de septiembre. Este año con temperaturas que han rondado los 33º en las zonas por donde más ha subido el termómetro.
Valores no excesivamente elevados si los comparamos por ejemplo con los de 2019 y 2018, pero que han supuesto una vuelta, sobre todo en las horas diurnas, a condiciones de principios del verano y que se ha notado muy bien tras una segunda mitad de septiembre en la que en general hemos hablado de temperaturas por debajo de los 28 grados.
Desde el 14 de septiembre no se superaban con facilidad y en amplias zonas los 30 grados. Hemos tenido que esperar al pico de este veranillo para volver a ver estas temperaturas
Este veranillo de todas formas tiene ya las horas contadas porque para esta segunda mitad de semana nos alcanza otro de esos episodios recurrentes del inicio del otoño. Hablamos del cordonazo de San Francisco, menos conocido que los veranillos, de signo contrario a éstos, pero casi igual de puntual a su cita.
En las próximas horas se nos acercará una nueva masa de aire frío que llega desde el Atlántico norte y que hará que a partir de mañana jueves y sobe todo entre el viernes y el domingo hablemos de muchas más nubes, de viento y de algunas precipitaciones, más cuanto más al norte nos movamos y de un descenso de las temperaturas.
En apenas 48 horas pasaremos de los algo más de 28-30º de los últimos días de septiembre a los apenas 22-24º previstos para el fin de semana
En estos últimos años este cordonazo ha sido más bien discreto, en 2018 aunque sí notamos una bajada de las temperaturas apenas descargaron algunas lloviznas en la primera decena de octubre y en 2019 alcanzábamos incluso récords de calor (con más de 36ºC) en esa primera semana de octubre (el día 8 concretamente)
La tradición, muy extendida sobre todo en países como México cuenta que San Francisco de Asís agita su túnica y el cordón con el que la sujeta alrededor de su día (4 de octubre) lo que provoca que se agite el cielo y tengamos día nublados, desapacibles y con fuertes lluvias