Aunque la actual temporada de huracanes lleva más de un mes empezada, apenas la hemos prestado atención en este blog y también ha pasado bastante desapercibida en los medios de comunicación. Pero ya nos deja unos buenos titulares.
Comenzó oficialmente el 1 de junio y finalizará el próximo 30 de noviembre. Este intervalo de tiempo está adoptado por convención, puesto que es el periodo en que es más probable que se dé este tipo de fenómenos aunque se está viendo que se pueden producir fuera de estas fechas. De ello tenemos varios ejemplos, como el que ha ocurrido este mismo año con la tormenta tropical Ana que se formó el 22 de mayo. Esta circunstancia ha hecho que 2021 sea ya el séptimo año en el que aparecen estos sistemas de bajas presiones antes del comienzo de la campaña.
Por ahora, el último huracán es Elsa, el cual ha superado a la tormenta tropical Edouard (de 2020) como la quinta tormenta con nombre en formación más temprana registrada en cinco días.
Las previsiones de la presente temporada de huracanes realizadas tanto por la NOAA (la Oficina Nacional de Administración del Océano y de la Atmosfera, equivalente a la Aemet estadounidense) como por la Universidad de Colorado mostraban una actividad ligeramente superior a la media, con 16 tormentas con nombre, de las cuales 7 llegarían a la categoría de huracán y, de ellos, 3 podrían ser huracanes mayores (categoría 3 o superior). Y por ahora, no van mal desencaminadas.
Decíamos al principio, que Ana (la primera tormenta tropical de este año) adelantó su aparición 10 días antes de que arrancase oficialmente la temporada. Eso sí, duró poco: apenas un par de días. En su corta vida encontró un océano muy frío y un ambiente seco, muy poco favorable para organizar la convección que le sirviese de alimento. De hecho, apenas se profundizó. Su mínimo marcó 1008hPa.
Dos semanas después se formó la tormenta tropical Bill. Al principio prometía ya que consiguió una estructura bastante bien definida en menos de 2 días. Pero tan pronto se desarrolló como murió. Los vientos llegaron a los 95km/h.
La tercera en la lista, Claudette, surgió entre el 19 y el 22 de junio frente a las costas de Luisiana (Estados Unidos). Los primeros días se desplazó hacia el sur (un movimiento muy poco frecuente) dejando lluvias importantes en el sur de Méjico y en América Central. Después cambió rumbo hacia tierra adentro, lo que provocó que se desgastase con rapidez. A su paso dejó fuertes vientos en Mississipi, Alabama, Georgia y en zonas de Florida. Generó, además, tornados incluyendo uno de categoría F2 que causó 20 heridos y 14 muertes.
Danny, la número cuatro, se originó frente a la costa de Carolina del Sur el 28 de junio. Fue un ciclón mediocre. La presión en su mínimo llegó a los 1009hPa, las rachas de viento a los 75km/h (arrancando algunos árboles) y las lluvias superaron los 70l/m2 (con inundaciones en el área metropolitana de Atlanta). Al igual que los anteriores, sus características tropicales duraron poco: apenas 48 horas. Eso sí, Danny destaca por haber sido la primera tormenta que ha tocado Carolina del Sur en el mes de junio desde 1867.
La última de la fila, por ahora, es Elsa. Se formó a principios de este mes y creció con ganas. Tanto que en dos días pasó directamente a la categoría 1 de huracán: un tiempo récord. Esta circunstancia ha hecho que Elsa sea la quinta tormenta más antigua registrada, desplazando a Edouard del año anterior. Además, también se trata del ciclón que más al este se ha formado desde 1933 y que se ha desplazado súper-rápido: a 47km/h, cuando lo habitual es que sea entre 20 y 25km/h. El sábado ya empezó a debilitarse, ayer tocó tierra en Cuba y hoy cruzará el golfo de Méjico donde cogerá energía. Se espera que llegue al sur de Estados Unidos mañana, miércoles.