Como si fuera un cuento fantástico o una escena de una película apocalíptica, las cumbres de los Pirineos se levantaron este sábado con el curioso fenómeno de una nevada rosa.
De haber ocurrido hace unos siglos, los sabios y los sacerdotes lo hubiesen relacionado con terribles presagios de guerras, hambre y muerte. Afortunadamente, la ciencia nos ayuda a dar una explicación mucho más sencilla. Se trata de la combinación de polvo en suspensión y las precipitaciones en forma de nieve.
Los modelos meteorológicos ya apostaban por la posibilidad del fenómeno. La siguiente imagen muestra valores excepcionalmente altos de concentración de polvo en suspensión en el noreste peninsular.
Se trata de un evento excepcional tanto por su magnitud como por las fechas que en que se ha dado: 2021 no deja de sorprendernos meteorológicamente hablando. Hubiese sido mucho más normal que se hubiera dado en pleno verano y en el centro y sur peninsular. Aquí en Extremadura lo conocemos bien. Cuando llueve, se dan las conocidas lluvias de barro.
Además, se da la circunstancia de que este polvo ha llegado desde pleno corazón africano, desde el sur de Argelia y el norte de Mali.
Pero no sólo afectó a los Pirineos, sino también a zonas de los Alpes suizos.