18 Junio 2020, 18:25
Actualizado 18 Junio 2020, 21:03

Junto con la encina, el alcornoque es otra de las especies Quercus muy fácil de encontrar en Extremadura y muchas zonas de la Península Ibérica. Para el Quercus suber (alcornoque) la estación estival implica cambios, pues se acerca el momento que, aproximadamente, cada 9 años se saca el corcho a los alcornoques.


En Extremadura, la superficie aproximada que el alcornoque ocupa es de 250 mil hectáreas. Es en el suroeste peninsular donde se concentran las masas más importantes, pues los veranos secos y muy cálidos, junto con los inviernos suaves y húmedos, ofrecen las mejores condiciones para que esta especie se desarrolle desde hace alrededor de 3 millones de años en esta zona del continente. Fue entonces cuando hubo una serie de cambios en el clima que provocaron una disminución de precipitaciones estivales y comenzara a instalarse más un clima de tipo mediterráneo. Esa sería la primera referencia a la presencia del alcornoque (sobreiro en portugués) en las actuales Extremadura, Portugal y Andalucía. Portugal se lleva el primer puesto con más de 800 mil hectáreas.

Saca del corcho (apcor.pt)
Saca del corcho (apcor.pt)

Cuando llega junio las temperaturas empiezan a ser cada vez más altas y el contenido de humedad en la vegetación, por lo tanto en los alcornoques, es cada vez más bajo. Llega el momento idóneo para comenzar con la saca del corcho: descorchar a unos de los actores más famosos de nuestros campos y montes adehesados. Aproximadamente, cada 9 años el árbol está preparado para poder quedarse desnudo y ofrecer así el corcho, un producto detrás del cual existe una considerable industria transformadora y productora.

      Extremadura ocupa la 3ª posición en superficie de alcornocales, por detrás de Portugal y Andalucía

El principal uso es el de los tapones, pero otros destinos son las colmenas, aislantes, materiales de construcción, calzado, ropa, entre otros. Es tal el poder aislante que tiene este material natural que cuando sufre un incendio la propia especie se mantiene viva y rebrota, pues el corcho hace de capa protectora.