Aunque llevemos varios meses sin huracanes en el Atlántico, eso no quiere decir que no se estén dando en otros puntos del planeta. A finales del mes de noviembre estuvimos hablando del ciclón Gati y sus efectos en Somalia. Hoy ponemos nuestra mirada en Eloise, un ciclón que se dirige hacia Sudáfrica, una vez que ha pasado por Madagascar.
Desde mediados de la semana pasada, los modelos pronosticaban un aumento de la actividad ciclónica en pleno océano Índico, y mira si han dado en el clavo. Hace un par de días pasó por Madagascar, con la categoría de tormenta tropical, según el Centro Meteorológico Regional Especializado (RSMC), del Centro de Tropicales de La Reunión en colaboración con Météo-France, organismo que monitoria la actividad ciclónica de todo el sector de océano Índico.
Eloise deja ya dos víctimas mortales y miles de personas han perdido sus enseres.
La devastación en el norte de Magadascar ha sido máxima, en especial en la zona de Diana, al norte del país. Al coste de vidas humanas hay que añadir los daños en infraestructuras y los numerosos apagones ocasionados por la caída del tendido eléctrico. También se han visto sacudidas otras regiones como Sava, Analanjirofo, Bealanana, Befandriana Avaratra y Mandritsara, las cuales estuvieron en el estado de alerta roja ('peligro inminente'). Y no fue para menos: el ciclón llevaba asociado vientos de 100km/h, con picos de 140.
Una vez que atravesó la isla, Eliose se reforzó al pasar por el canal de Mozambique por encontrarse aguas muy cálidas donde, además, el oleaje alcanzaba los 5m. Actualmente se dirige hacia el sur de Zimbabue, Suazilandia y noreste de Sudáfrica.
Hay una gran incertidumbre sobre qué camino llevará en las próximas horas.
Los modelos meteorológicos no se ponen de acuerdo en marcar una trayectoria para Eloise. Mientras el europeo (ECMWF) propone una trayectoria hacia el sur o a lo largo de la costa de Mozambique, el americano (GFS) lo desvía más hacia el norte. De ser así, el centro de bajas presiones se dirigiría hacia Suazilandia y Sudáfrica, impactando las provincias del norte del país sudafricano como Mpumalanga, KwaZulu-Natal y Limpopo.
Se da la circunstancia de que Mozambique cuenta con un relieve muy escarpado, debido a los montes Drakensberg. Esto hará que zonas como Inhambane y Gaza sean las más sufridoras del impacto de las fuertes lluvias y de los vientos, según el Instituto Meteorológico Nacional de Mozambique (INAM).
Los modelos apuntan que las precipitaciones serán superiores a los 100l/m2 en amplias zonas, e incluso es posible rozar los 500 de manera puntual sobre todo en las áreas donde Eloise toque tierra, esto es, sur de Mozambique, sur de Maputo y extremo noreste de Sudáfrica. Las rachas de viento continuarán por encima de los 100km/h y la marea ciclónica podrá llegar a los 2m, ocasionando algunas inundaciones.
A lo largo de las próximas jornadas el ciclón dejará intensos aguaceros, pero de manera más localizada ya que la humedad tropical presente en la atmósfera es bastante elevada.
Los organismos gubernamentales ya están preparando planes de prevención
El personal humanitario y las autoridades de Madagascar están coordinando las actividades de preparación y, bajo la dirección de la Oficina Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres (BNGRC), han activado mecanismos de respuesta a nivel nacional y local, incluidos planes de contingencia, planes de evacuación, centros de operaciones de emergencia y un sistema de alerta temprana. También se planean evaluaciones aéreas mediante el uso de un sistema de seguimiento geográfico y fotográfico para el impacto de la tormenta.
En Mozambique, el Instituto Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (INGD) está liderando los esfuerzos de preparación para emergencias. En apoyo, el Equipo Humanitario de País se ha puesto en contacto con los puntos focales de coordinación y los socios humanitarios que operan en las provincias del sur para prepararse para una posible respuesta. Al mismo tiempo, se está dando respuesta a las necesidades generadas por la tormenta tropical Chalane en diciembre de 2020, que afectó áreas previamente devastadas por el ciclón Idai en 2019.
