Podemos tener la impresión de que las lluvias caídas en la segunda mitad del otoño y en diciembre dan por zanjadas la situación de sequía de meses atrás, pero es así. Es tan sólo un charco de agua en un oasis.
Si echamos vista atrás y tiramos de archivo, Extremadura sufre una de las sequías más severas desde 1970, sobre todo en comarcas como La Serena, la Campiña Sur y Tentudía. Las rachas húmedas que hemos tenido en estos últimos años han sido una excepcionalidad.
Al hilo de este panorama, Roberto Granda, meteorólogo y geógrafo, publicó un interesante tuit. Lo hemos entrevistado en El Sol sale por el oeste, el viernes 31 de marzo.