13 Abril 2025, 12:15
Actualizado 13 Abril 2025, 12:15

Tal día como hoy, en el Domingo de Ramos de 2024, los fieles de Plasencia amanecían con una noticia devastadora: la corona de la Virgen del Puerto, patrona de la ciudad, había sido robada de la Catedral junto a otras joyas de gran valor histórico y sentimental. Un año después, el paradero de estas piezas, valoradas en más de un millón de euros, sigue siendo un misterio.

Robo en la Catedral de Plasencia

El robo fue cometido por delincuentes profesionales, que accedieron a una sala de la Catedral y se llevaron cruces, anillos y las coronas de la Virgen y del Niño Jesús, entre otros objetos. Especialmente dolorosa fue la pérdida de la corona utilizada en la coronación canónica de 1957, confeccionada a partir de las donaciones del pueblo.

“Se hizo con las donaciones del pueblo en el año 57, que fue cuando se coronó canónicamente. Un matrimonio, por ejemplo, donó sus alianzas de boda, otros donaron pendientes sueltos, gargantillas...”, recuerda Leonor Nogales, presidenta de la Cofradía de Santa María Virgen del Puerto.

El robo no solo dejó una sala vacía en la Catedral, sino también una herida profunda entre los fieles placentinos.

“No solamente se rompieron los cristales, se nos rompió algo en el alma”, explica con emoción el deán de la Catedral, Jacinto Núñez. “Primero como custodios que éramos de la corona y segundo como placentinos”.

Investigación sin resultados

La Policía Nacional asumió el caso con el apoyo de un equipo especializado en patrimonio histórico. Sin embargo, y pese a los esfuerzos iniciales, el juzgado archivó el caso de forma provisional ante la falta de pistas concluyentes. En muchos casos similares, las joyas robadas acaban fundidas para su venta o traficadas en el mercado negro, lo que dificulta su recuperación. Aun así, la esperanza de recuperar la corona sigue viva entre los fieles.