13 Agosto 2024, 12:49
Actualizado 13 Agosto 2024, 14:45

Nuevo ingreso hospitalario por golpe de calor debido a las altas temperaturas en nuestra comunidad. Se trata de un hombre de 68 años, del Área de Salud de Plasencia, que se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos. Con él ya son 33 las personas afectadas por el intenso calor de las últimas semanas. Calor que ha provocado la muerte de una mujer de 79 años en el área de salud de Plasencia y la de un hombre de 77 en el área de Badajoz. Además, han sido 14 los pacientes que han necesitado ingreso hospitalario, cinco de ellos en la UCI. A fecha de hoy permanecen ingresados 5 pacientes, tres en Cuidados Intensivos.

Recomendaciones

El Servicio Extremeño de Salud (SES) recuerda a la población que la exposición a temperaturas excesivas puede provocar problemas de salud como calambres, deshidratación, insolación y golpe de calor, con problemas multiorgánicos que pueden incluir síntomas como inestabilidad en la marcha, convulsiones e incluso coma. Los síntomas de un golpe de calor son piel roja caliente y seca; falta de transpiración; respiración y frecuencia cardiaca acelerada; dolor palpitante de cabeza; alteración del estado mental y del comportamiento como vértigos, mareos, desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento, ha informado la Junta en nota de prensa.

Las personas mayores y los menores son más sensibles a los cambios de temperatura y en las personas con determinadas enfermedades crónicas, sometidas a tratamientos médicos o con discapacidades que limitan su autonomía, los mecanismos de termorregulación pueden verse descompensados. La población especialmente susceptible ante situaciones de calor excesivo son, entre otros, los mayores de 65 años; los menores de cuatro años; las embarazadas; las personas con enfermedades crónicas; con trastornos de la memoria y las que reciben ciertos tratamientos como diuréticos, neurolépticos, anticolinérgicos y tranquilizantes.

Desde el SES se aconseja a la ciudadanía evitar la exposición al sol en las horas centrales del día; beber abundantes líquidos, sobre todo agua y zumos de fruta refrigerados, sin esperar a tener sed; evitar comidas copiosas y no abusar de bebidas alcohólicas.