Precio reales de los productos en origen y en tienda
El kilo de tomate en origen se paga a menos de noventa céntimos de euro. El consumidor en la tienda pagará un 146% más, algo más de dos euros. La naranja tiene un precio en origen menor a treinta céntimos, mientras que en la tienda el kilo cuesta 1,85 euros. Es decir, un incremento del 585%. Mientras, la patata se paga a los agricultores a trece céntimos el kilo puede legar a costar en la tienda un 785% más, hasta 1,15 euros.
Es un tema ya clásico en las reivindicaciones de nuestro campo: el aumento de precio desde el origen al consumidor. Escogemos tres productos y te explicamos cómo se produce ese aumento. @pacovadillo @JuanPedro_SR @cextremadura #campo #agricultura #ganadería #Extremadura pic.twitter.com/PLscsTiC3N
— A esta hora (@aestahoraex) February 26, 2021
Los datos demuestran que mientras en origen el precio que reciben los agricultores por sus productos se mantiene o incluso desciende en algunos casos concretos, el valor del producto en la tienda sigue aumentando su precio. ¿A qué se debe?
Entre los factores que incrementan ese precio se encuentran factores como la obtención del producto, el transporte, la limpieza, el calibrado, la clasificación, el envasado, el almacenamiento, la gestión de los residuos, el embalaje, el envasado y la gestión del proceso.
No hay un control. Nadie está controlando esto
Los agricultores claman un precio justo en origen para los productores a fin de que el campo tenga un precio digno. Desde la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Villanueva de la Serena, Herminio Íñiguez asegura que no hay un control del precio que se paga en origen.
Ante esto, Íñiguez clama por un precio mínimo y justo para los agricultores dado que son el eslabón más débil de una cadena de valor añadido que demanda productos cada vez más exclusivo.
Aumentar el valor añadido
Francisco Mesías es catedrático de Economía de la Universidad de Extremadura subraya que los consumidores solicitan cada vez alimentos más transformados y con ciertas características y aportes que se generan en otros eslabones de la cadena de producción.
Mesías explica que la aportación de los agricultores en ese alimento final es cada vez menor y augura que su situación cambiaría si el valor añadido se generase también por parte de los agricultores.
“El eslabón más débil tiene que unirse, aumentar su fuerza y dar más valor a sus productos” asegura mientras destaca el papel vital de las cooperativas en este proceso.