El tomate se enfrenta a un gran reto, que es producir más con menos recursos. Por eso, el Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura, CTAEX, a través del proyecto 'Harnesstom' analiza y aborda cuatro grandes desafíos que presenta este cultivo, tan relevante en Extremadura. Cambios "asociados al cambio climático, es decir, cada vez la temperatura son más altas y menos disponibilidad de agua", explica Antonio Granell, profesor de investigación en el CSIC
Precisamente, en este campo de ensayo, algunas variedades han sido sometidas a una reducción hídrica de un 50 por ciento. "Me ha sorprendido el desarrollo que han tenido y que están dando frutos, una buena constitución de la planta", desvela Lorena Zajara, responsable del proyecto del área de agricultura del CTAEX.
Una edición genética, que también se utiliza para las enfermedades emergentes para las cuales no se disponen de variedades resistentes. "Por ejemplo, un caso que estamos trabajando son el rugoso, que es una enfermedad, de un virus nuevo, que afecta a todas las variedades de tomate", apunta Granell. Un estudio que también piensa en el consumidor, que hoy ha participado, por primera vez. "Lo que hemos hecho hoy es evaluar solo un grupo muy pequeñito de estas variedades, que son este experimento que hemos hecho en paralelo en Italia y en España para generar nuevas variedades que han sido seleccionadas por los agricultores", puntualiza el profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña, Joan Casals.
Las pruebas empezaron hace cuatro años y finalizarán el próximo mes de septiembre.