La Guardia Civil, detiene e investiga a cinco miembros de un grupo organizado que suplantaba la identidad terceras personas para llevar a cabo estafas comerciales.
Todos eran vecinos de la capital pacense. Llegaron a tomar la identidad de 17 personas, algunas de ellas, ya fallecidas, para financiar la compra de joyas, material telefónico, así como para contratar de manera fraudulenta líneas de telefonía y servicios de internet.
En total, se les implica en un total de 39 delitos de estafas, usurpación de estado civil, falsificación documental y pertenencia a grupo criminal organizado, que habrían perpetrado en diferentes municipios de Badajoz, Cáceres, Sevilla y Madrid, desde el año 2019.
El valor de las estafas realizadas asciende hasta los 13.600 euros.
Primera denuncia en Alconchel
La investigación, dentro de la Operación "Golden Finger", se inició tras la denuncia de un vecino de Alconchel. Relató a los agentes que le habían realizado numerosos cargos fraudulentos a su cuenta corriente, relacionados con contratos y altas de telefonía para los que no había dado su consentimiento.
Tras esta denuncia, el Área de Investigación de la Guardia Civil del Puesto Valdebotoa-Badajoz, averiguó que no se trataba de un caso aislado, sino que existían otros hechos delictivos similares con una clara vinculación a una misma banda organizada, compuesta por cinco integrantes y asentada en esta capital pacense.
Método del buzoneo
Era su cabecilla, quien coordinaba y dirigía las operaciones y distribuía los cometidos de cada uno de ellos, con un claro objetivo: obtener datos personales y bancarios de las víctimas.
Datos que obtenían empleando el método conocido por ”buzoneo”, que consiste en sustraer al descuido la correspondencia postal del interior de buzones pertenecientes a terceras personas. Aunque en otros casos también obtenían la información mediante “el abuso de la confianza de personas mayores”.
Estos datos eran utilizados para suplantar las identidades, siempre de manera no presencial preferentemente de personas de entre los 65 y 75 años, e incluso ya fallecidas.
Con ellos, conseguían realizar contratos de manera fraudulenta, tanto de líneas telefónicas, servicios de Internet, así como compras de artículos de telecomunicación y joyería. Efectos que posteriormente vendían a terceras personas o en centros de compra-venta de oro.
A disposición judicial
Con todas estas pruebas, los cinco integrantes de la banda, fueron detenidos el pasado jueves. Se les intervino parte de las joyas, material de comunicación y telefonía que adquirieron fraudulentamente.
Los detenidos e investigados han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción Badajoz.