Algunas de las medidas para combatir la langosta se comenzarán a aplicar a partir de otoño, como es la posibilidad de roturar algunos de los terrenos donde estos insectos hayan realizados sus puestas, con el fin de disminuir que puedan salir las larvas el próximo año.
La mesa extraordinaria de la langosta, que se ha reunido este martes, ha acordado una serie de medidas tras la plaga que ha afectado a explotaciones agrarias y ganaderas de la zona de La Serena.
Evaluación de daños y ayudas
Los propietarios de las explotaciones tendrán que comunicar los daños, una vez que termine la plaga en las próximas fechas. Para ello, los ayuntamientos de las zonas afectadas y las organizaciones agrarias "nos hemos ofrecido como canal de comunicación con la Junta para trasladar los daños reales que se hayan podido sufrir", ha asegurado la alcaldesa de Cabeza del Buey, Ana Belén Valls.
Para paliar esos daños la Junta de Extremadura tratará de buscar o activar ayudas o compensaciones.
Explotaciones ecológicas
Ante la presencia de numerosos focos en las explotaciones ecológicas el gobierno regional está ya realizando gestiones con el Ministerio para tratar estas fincas. Según Antonio Cabezas, Director General de Agricultura y Ganadería, esos tratamientos podrían realizarse "con algún producto autorizado o con algunos otros tratamientos que puedan ser mecánicos y pueda disminuir la población de langostas para el año que viene".
También de cara a la próxima campaña se han acordado mejorar los canales de información.
Campaña anual contra la langosta
Unas 50 personas trabajan cada año en Extremadura para evitar las plagas de langosta, sobre todo, en La Serena, Llanos de Cáceres y Brozas. Esta campaña le cuesta a la Junta en torno a medio millón de euros y con ella este año se han tratado 271 hectáreas, casi el doble que el año pasado.