Quintana de la Serena, algo más de 4.600 habitantes, de los cuales unos 400 sufren silicosis. El granito que extraen de sus canteras para ganarse la vida, a veces, también se la quita, al estar expuestos al polvo de sílice que suelta esta piedra. Así lo explica el neumólogo del hospital de Mérida, Luis Mateos, que afirma que "ese polvo se deposita a nivel pulmonar, genera un daño, y el organismo para defenderse empieza a intentar a aislar ese polvo, generando como capas de cebolla alrededor, y es lo que da lugar a los nódulos de silicosis."
Reivindicación histórica
Tanto los afectados por silicosis, como los miembros de la federación extremeña de marmolistas demandan una reivindicación histórica. Diego Gómez, presidente de la Asociación de afectados de silicosis de Quintana de la Serena pide "a las administraciones que de una vez por todas, reconozcan la silicosis simple como incapacitante , no puede ser que un trabajador con silicosis simple tenga que seguir trabando hasta contraer la silicosis complicada."
Juan Antonio Mansilla, presidente de la Asociación Extremeña de marmolistas dice que "el objetivo es que en el momento en que se diagnostica a una persona la silicosis, sea del grado que sea, esa persona tenga incapacidad para trabajar, y mucho más llevando tantos años y no sabiendo hacer otra cosa."
Y, precisamente, para no llegar a una silicosis complicada, en esta enfermedad que no tiene cura, está la prevención. "Por desgracia durante muchos años estos trabajadores han estado expuestos sin medidas de protección, hoy en día se sabe que hay que trabajar con mascarillas, utilizar agua a la hora de trabajar con la piedra, para evitar la menor cantidad de exposición a ese polvo", asegura el doctor Mateos.
Y, es que, cuando la enfermedad se agrava, los nódulos se hacen una masa que reduce los pulmones y por tanto, su capacidad respiratoria.