Los robos en el campo no cesan. El último del que hemos tenido noticias ha ocurrido esta semana en una finca de Navalvillar de Pela. Lo curioso de ese episodio es que quienes robaron la aceituna, embarrancaron con el coche y tuvieron que pedir ayuda a los dueños del olivar.
"La situación que vivimos sobre todo fue un poco dantesca... Alguien viene a robarte y te pide ayuda para que les saques de un apuro porque se atollan con el coche al entrar en tu finca", nos dice Ricardo Asensio, propietario del fruto robado.
En esta ocasión la suerte quiso que los ladrones no consiguieran su botín, pero lo cierto es que los robos de aceituna están a la orden del día y los agricultores se sienten desamparados. Ha caído la producción y el precio del fruto ha aumentado. Un valioso botín para los ladrones y un quebradero de cabeza más para los agricultores.
A esto hay que añadir que el fruto robado no pasa ningún control. "Los productos sanitarios que se utilizan son muy agresivos. Y estos señores se llevan la aceituna y la introducen en el mercado, de la manera que sea, pero la meten. Ese problema es mucho más gordo todavía que el robo", explica Asensio.
Robos que se producen en un año malo en cuanto a la producción de aceituna para almazara, que ha caído más de un 80% con respecto al año anterior.