Animales y trampas intervenidos
La Guardia Civil investiga a dos vecinos de la localidad pacense de Monterrubio de la Serena, a quienes sorprendieron cuando cazaban con artes prohibidas en cotos de su municipio, interviniéndoles 134 cepos de ballesta.
Los hechos, según informa hoy la Benemérita, se remontan al último día del pasado año, cuando agentes pertenecientes al SEPRONA, en colaboración con Guardas Rurales de Caza, se encontraban realizando servicios preventivos contra el furtivismo.
Entonces observaron a dos personas que "transitaban por el entorno, agachándose en numerosas ocasiones para recoger del suelo lo que podrían ser cepos de ballesta".
Una vez identificados, se llevó a cabo la inspección de la zona y los agentes descubrieron un total 134 trampas, colocadas y dispuestas para su uso y con las que acababan de capturar además de un lirón, veintiuna aves de distintas especies. Entre ellas había diez zorzales, tres mirlos, siete petirrojos y una curruca cabecinegra.
A excepción de los zorzales, que son aves de interés cinegético, todas los demás animales, incluido el lirón, se encuentran incluidos en el listado de especies silvestres en régimen de “Interés Especial” del Catálogo Regional de Especies Amenazadas en Extremadura, recuerda la Guardia Civil.
"El hecho de cazar especies silvestres con artes prohibidas, como son este tipo de cepos ballesta que estaban utilizando, con un carácter no selectivo para las especies y masivo por afectar indiscriminadamente a cantidades de pájaros, puede ser constitutivo de un delito contra la fauna, que puede suponer una pena de prisión de hasta 2 años", indican desde el Cuerpo.
Ahora se investiga si el destino final de estas aves era el comercio clandestino o para consumo propio, concluye la nota de la Guardia Civil.