Quieren recuperar la trashumancia. Valverde de Leganés celebra este fin de semana una de sus fiestas más singulares para poner en valor el papel de este tipo de pastoreo.
Con miles de kilómetros a pie y toda una vida al frente del rebaño, una vez más Manuel Teodoro ha guiado a sus más 800 ovejas pero hoy con la compañía de aquellos valverdeños que buscan vivir desde dentro la trashumancia.
"Esto es una cosa muy sacrificada, por eso la gente joven no la quiere; pero si la vives es muy bonita"
Una cita con la tradición que además de ser todo un espectáculo, reivindica la conservación de las antiguas cañadas reales.
"Valverde de Leganés tiene la suerte de ser el lugar donde termina una de las cañadas reales más importante de toda la Península"
Y de esta forma, abriéndose camino, la trashumancia ha llegado un año más al casco urbano de Valverde de Leganés. Una estampa singular que no deja indiferente a nadie.
"Volveré al año que viene, ha estado fenomenal"
Ahora este oficio ancestral buscar mitigar la falta de relevo generacional para seguir siendo una forma de vida.