Más de un año después, los feriantes extremeños vuelven a montar sus atracciones en una feria. La pandemia les obligó a parar su trabajo, pero durante estos días, en Oliva de la Frontera los "cacharritos" han vuelto a alegrar a los más pequeños.
Cinco atracciones montadas que servirán como banco de pruebas para otras ferias de la región, entre ellas, las grandes ferias de Cáceres, Plasencia o Badajoz, en las que están puestas todas las miradas de los feriantes.
Para hacer esta vuelta posible, la Junta y la FEMPEX acordaron un protocolo sanitario de seguridad que incluye medidas como control de acceso, aforos limitados y desinfección constante. Medidas que se están cumpliendo a rajatabla.
Y es que los feriantes se juegan mucho en esta experiencia. Del resultado que salga de Oliva de la Frontera, dependerá la superviviencia del sector en los próximos meses. De momento, repetirán durante el mes de mayo en ferias más pequeñas como las de Zahínos o Alconchel y siguen en negociaciones con los ayuntamientos de Badajoz, Cáceres y Plasencia para poder montar allí sus atracciones.