Una vez que se produzca el apagón de la central nuclear de Almaraz, se iniciará el desmantelamiento en sí de la planta. Al contar con dos reactores, el proceso va a ser largo y complicado, pues será la primera vez que se llevará a cabo algo así en el país.
Cambio de titularidad, desmontaje y reducción de plantilla
El primer paso de todo este proceso es el cambio de titularidad. Sus dueños son actualmente Iberdrola, Endesa y Naturgy, y deberá pasar a manos de Enresa, la Empresa Nacional de Residuos Radioactivos. Este proceso se alargará entre tres y cinco años.
Almaraz seguirá el modelo de Zorita y Garoña, pero la planta extremeña es más compleja por los dos reactores y porque su potencia es trece veces superior. Por tanto los costes serán mucho más elevados, y estiman que pueden llegar a ser de más de mil millones de euros. Las tareas de desmontaje serán más intensas al inicio del proceso.
Tras el enfriamiento, llegará el desmantelamiento radiológico, terminarán los trabajos de descontaminación y desclasificación, y habrá una fase de vigilancia. De manera paulatina, los trabajos se irán acomodando a cada etapa y se irá reduciendo la plantilla.