El consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural, Ignacio Higuero, ha visitado este lunes el nuevo aeródromo de Mirabel desde el que operará el Plan de Lucha contra Incendios Forestales de la Comunidad Autónoma de Extremadura (Infoex) y en el que se han invertido casi 1,8 millones de euros y cuyas obras ha ejecutado la empresa Tragsa. El aeródromo se ubica en la dehesa boyal del municipio, localización "idónea" para ofrecer las primeras asistencias en las zonas de alto riesgo de incendios forestales del norte de Extremadura como son la Sierra de Gata, Hurdes, Ambroz, Jerte, Vera y el Parque Nacional de Monfragüe.
Las dimensiones de la pista son de 23 metros de ancho y 934 metros de longitud asfaltada, más las franjas de seguridad de 60 metros en cada cabecera y de 30 metros a cada lado de la misma, situándose a mitad una calle de rodaje que da acceso a la plataforma de estacionamiento de las aeronaves y zona de repostaje. Las instalaciones están formadas por una vivienda de 125 m2 para uso de tripulación, edificio de control e instalaciones de seguimiento y dos depósitos de agua de 50.000 litros cada uno para recarga de aviones.
El uso del aeródromo está restringido para operaciones de lucha contra incendios destinada al aterrizaje y despegue de aviones de carga en tierra y anfibios dedicados a la prevención y lucha contra incendios. La Junta de Extremadura no contaba hasta ahora con aeródromo propio desde el que pudieran operar los aviones anfibios, haciéndolo desde el aeropuerto de Talavera la Real, donde se mantendrán hasta que avance la campaña y sea oportuno llevarlos a Mirabel, ha explicado la Junta en nota de prensa.
Estos anfibios se unirán a la nave contratada por la Junta de Extremadura, por lo que se podrán disponer de tres aviones anfibios AIR TRACTOR AT-802 FIRE BOSS, más otro de similares características del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.