El Festivalino de Pescueza planta raíces profundas en su mayoría de edad. El certamen que nació para luchar contra la despoblación y defender el mundo rural, hoy ha echado el cierre la edición con más público.
Lo ha hecho, como siempre, con una plantación de árboles en la dehesa local. Ya dos nuevas encinas y un alcornoque llevan nombre de artista: Las Migas, que difunden su fusión flamenca en escenarios de todo el mundo; El Kanka, cantautor malagueño, conocido por su manera artesanal de trabajar las canciones; y Chloe de la Rosa, la extremeña más eurovisiva. Han sido las madrinas y el padrino de esta edición, que cumple 18 años.
"Sirvió de llamamiento estamos vivo y hay que cuidar la naturaleza"
Fueron tres personas los fundadores del festival más pequeño del mundo, uno de ellos, Andrés Rodríguez: "Sirvió de llamamiento de que estamos vivos para hacer otro llamamiento: hay que cuidar a la madre naturaleza y para divulgarlo con la música."
Música que envolvió a los pescozanos y los miles de visitantes que cada año celebran la naturaleza y lo rural. El Kanka, recién llegado del Palau de la Música Catalana; Chloe de la Rosa desplegando su arte 'Como una lola'; y Las Migas, Premio Grammy Latino a la fusión de la rumba y el flamenco. Todo en un pueblo de 140 habitantes.