La subida de costes encarece el proyecto del parque acuático de Casar de Cáceres. Pasa de los 24 millones de euros anunciados hace dos años a los 32 por el incremento de costes derivado de la guerra de Ucrania. Según el responsable de Aquamundo, Felipe Hurtado, "ha habido una modificación importante, de alrededor del 20%, que ha asumido el promotor y seguimos adelante". Una subida que también afecta a otro parque que proyectan en Estepona, y que no obedece tanto a los materiales "como al transporte en barco desde Turquía, que es desde donde tendrían que llegar los toboganes y atracciones".
El proyecto está a la espera de obtener la declaración ambiental favorable. Hoy precisamente ha salido a información pública el estudio de impacto ambiental, después de que en junio la Junta rechazase el informe ambiental simplificado y obligase a la empresa a someter al proyecto a una evaluación completa. Un informe de cerca de 200 folios en el que explican pormenorizadamente el proyecto. Ocupará una parcela de casi 100.000 metros cuadrados, con accesos a la Nacional 630, suministro eléctrico, red de abastecimiento y de agua. De hecho, consideran que "el agua no será un problema, porque estos parques consumen un 80% menos de agua que un campo de golf. Sólo se llenan una vez, al principio, y el agua se va reutilizando con la depuradora. Contaremos con aljibes para captar el agua de la lluvia y poder compensar las pérdidas por evaporación o uso, que se calculan en el 3%", según Hurtado.
Apertura el próximo año
Ahora los promotores confían en que no haya alegaciones y el trámite ambiental se resuelva antes de octubre, para pedir la licencia de obras en noviembre. La intención, de hecho, es que tras "8 o 9 meses de obras, el parque pueda abrir sus puertas antes del próximo verano".
El alcalde de Casar de Cáceres, Rafael Pacheco, ve factible esta fecha "porque el procedimiento utilizado permite unir la calificación urbanística y la ambiental en uno sólo trámite, lo que agiliza mucho los plazos".
