Fue una desgracia de la que, 24 horas después, todo Galisteo sigue hablando. Un hombre resultaba ayer electrocutado mientras pescaba y la sobrina que le acompañaba era encontrada sin vida en el interior del río horas después.
Simón es muy aficionado a la pesca y era habitual verle en esa zona del río, el Puente del Merendero. Perfecto conocedor de las recomendaciones de seguridad, según comentan en el pueblo, el suceso tuvo que deberse a un despiste.
Las cañas de fibra de carbono son altamente conductoras de electricidad. Todo apunta a que, al lanzarla, se enredó en los cables produciéndose la descarga. El hombre perdió el conocimiento y, al despertar, se percató de que la niña ya no estaba a su lado.
Pidió entonces ayuda a Laura y Jesús, dos vecinos que pasaban entonces por allí, fueron quienes dieron el aviso al 112. Pasaban por allí por casualidad. "Nos pidió ayuda al vernos y llamamos al 112. Nos quedamos allí hasta que llegó la Guardia Civil", cuenta Laura. "Tenía la camiseta toda rota y la piel quemada, no podía mover el brazo y estaba totalmente aturdido, no recordaba nada", explica Jesús.
También el Ayuntamiento pidió colaboración en redes sociales y numerosos vecinos se sumaron inmediatamente a la búsqueda hasta que se produjo el trágico hallazgo. El cuerpo sin vida de la niña, de nueve años, fue sacado del Jerte por el Grupo de Rescate de Protección Civil alrededor de las 21.45 horas.
Su tío Simón, de 44 años, permanece ingresado en la Unidad de Quemados del Hospital de La Paz de Madrid. Ha sido operado de las quemaduras de ambos brazos y, aunque su estado es grave, fuentes del centro confirman que evoluciona favorablemente.
Un pueblo consternado
Galisteo vive estos días las fiestas en honor de Nuestra Señora de la Asunción, aunque desde el Ayuntamiento se señala que los actos festivos no se van a suspender. Sus vecinos se muestran consternados.
La familia no es natural de Galisteo, pero desde hace muchos años pasaban los veranos en el pueblo. "Era un amigo de la infancia, siempre salíamos por aquí de jóvenes, estamos todos destrozados", explica uno de los vecinos. Y como él, muchos otros.
Un accidente desgraciado pero no tan inusual
Los accidentes eléctricos en la pesca recreativa no son frecuentes pero ocurren cuando el sedal o la caña de un pescador entran en contacto con una línea de alta tensión. La razón, que tanto las cañas de pescar, especialmente las de fibra de carbono, como el sedal son conductores de la electricidad.
"La ley de pesca impide incluso pescar cerca de torretas eléctricas", recuerda Antonio Cisneros, miembros de la Sociedad de Pescadores de Cáceres, porque es muy peligroso lanzar el señuelo cerca de una línea eléctrica.
Son casos poco frecuentes que se atribuyen a un despiste o al desconocimiento de la zona. "Suelen ser porque o bien desconocen la norma de no pescar cerca de torretas o cables eléctricos o bien por no conocer bien la zona y no saber si hay cerca este tipo de objetos", explica Cisneros.
Así que el primer consejo es alejarse de las líneas eléctricas para pescar con seguridad. Y recordar también que las cañas de carbono son muy peligrosas cuando hay tormentas eléctricas porque atraen los rayos.